viernes, 29 de marzo de 2024

ENTREVISTA: JAUME ARMENGOL

“Lo que más valoro de Noruega es la seguridad”

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Jaume Armengol y su familia descubren en Noruega una nueva forma de vida.

La búsqueda de un futuro mejor para sus dos hijos, de nueve y siete años, fue lo que llevó a Jaume Armengol y su mujer a mudarse a Noruega. Un destino que, pese a las múltiples oportunidades laborales que ofrece, sigue teniendo al idioma como una gran barrera para ciertos puestos de trabajo. Hoy, más de un año después de haber dejado España, Jaume y su familia están completamente integrados en el modo de vida noruego, marcado sin duda por los largos inviernos y, según él mismo confiesa, por una sociedad en la que hay menos diferencias de clase merced a los elevados ingresos de la mayoría de la población.

Jaume, ¿por qué Noruega? ¿Qué os llevó a tomar esa decisión?
Por encima de todo, queríamos un futuro mejor para nuestros hijos, un lugar en el que hubiera más igualdad de oportunidades. Al tomar esta decisión pensamos sobre todo en ellos, que tienen nueve y siete años. Fue una decisión difícil y dura, pero creo que en el futuro será mejor para ellos. Y, por otro lado, buscábamos una sociedad con menos tolerancia a la corrupción: en 2013 llegamos a un punto en el que ese ambiente se nos hizo irrespirable.

¿Cómo describirías la vida en Noruega?
En España vivíamos en una zona rural de Gijón, en Asturias y, aún así, lo que más valoro de Noruega es la seguridad. Ahora mismo estamos en una zona semiurbana de mayoría noruega, en Oslo. El nivel de seguridad es impresionante, casi utópico. De hecho, mis hijos van solos al colegio, como la mayoría de los niños noruegos… Algo que en Asturias, aunque solo fuera por la inseguridad del tráfico, ni siquiera me hubiera planteado.

¿Es duro el clima?
La forma de vida de los noruegos está, obviamente, más orientada a estar en casa, aunque en cuanto sale un rayo de sol están todos en la calle. El clima es más duro que en España, pero nada exagerado. Es un país con una naturaleza exuberante que se disfruta mucho en verano. En invierno, con todo nevado y la luz en las casas, el ambiente es muy acogedor.

¿Habéis encontrado alguna dificultad especial en la adaptación?
La verdad es que hay muchas... Entiendo que son inherentes a la emigración, sobre todo cuando vas con niños pequeños a los que les tienes que dar una buena casa, ropa adecuada, posibilidades para jugar… No es lo mismo venir con tu familia que hacerlo solo o en pareja. La escuela ha tenido un comportamiento muy bueno con los niños y, de hecho, ya hablan noruego… Este es un país muy respetuoso con la individualidad y, siempre que observes y respetes las costumbres y normas, te puedes comportar de manera natural.

¿Qué has echado de menos en España para irte?
Sobre todo, una sociedad más justa, que no más solidaria. La solidaridad es el principal activo de la sociedad española, aunque creo que lo estamos perdiendo sin apenas darnos cuenta. No creo que el Estado deba ayudar más, pero sí hacer las cosas mejor y trabajar para buscar la igualdad de oportunidades de manera más justa. Y, evidentemente, estando aquí se echa mucho de menos a la familia y los amigos, pero también la comida, el sol en invierno y una forma de mirarse a los ojos diferente, quizás más cómplice.

En el caso de Jaume, la emigración a Noruega ha ido de la mano de la puesta en marcha de un nuevo proyecto empresarial que todavía no ha visto la luz. Una experiencia, por lo tanto, doblemente difícil que, como bien resalta, espera dar sus frutos en no mucho tiempo.

Después de casi un año en Noruega, ¿recomendarías la experiencia de la emigración?
Si la idea es hacer mucho dinero, trabajar lo justo y estar siempre echando de menos el lugar del que vienes, no. Si lo que quieres es aprender y asumes que vas a tener que hacer más y mejor que los nativos para conseguir lo mismo, entonces sí. Emigrar te abre la mente y creo que sería muy bueno para muchas personas que han mirado, y todavía lo hacen, a los emigrantes sudamericanos o africanos que han llegado a España en los últimos años. Les sería de gran utilidad percibir esa misma desconfianza en sus carnes después de haber luchado tanto.

¿Qué perspectivas laborales tenéis en Noruega?
Mi mujer consiguió trabajo en Noruega y eso fue lo que nos atrajo al resto. Ella tiene aquí un trabajo mejor que el que tenía en Asturias y sería muy complicado conseguir esa calidad laboral en España ahora mismo. Yo dejé mi trabajo y mis aventuras empresariales en España para poder venir y, después de 10 meses aquí, aún no he conseguido trabajo. Saber inglés no es suficiente para conseguir un trabajo cualificado, salvo en puestos específicos en el sector petrolífero, pero no me gustaría generalizar. Creo que la crisis ha tenido un efecto llamada y la competencia por los puestos más altos es muy alta.

¿Estás emprendiendo algún proyecto nuevo?
Ahora mismo estoy estudiando noruego y mi percepción es que, una vez sea capaz de manejarme con más soltura, mis posibilidades de encontrar trabajo aumentarán. Además, estoy trabajando en el diseño de un nuevo concepto de marketplace para apps. Creo que la idea es buena, pero necesito tiempo para refinarla antes de presentar el prototipo a potenciales inversores.

¿Viajáis a España a menudo?
Solo hemos estado el pasado verano para visitar a la familia, pero lo cierto es que recibimos visitas cada poco tiempo, lo cual hace que no tengamos que ir a menudo. En Noruega, además, hemos conocido a bastantes españoles. Ya estaban aquí cuando llegamos y hoy tienen una buena situación, con trabajos estables y una buena calidad de vida. La mayoría están contentos, pero también hay algunos que, pese a tener un buen trabajo, no acaban de adaptarse a este estilo de vida. Veremos cómo estamos nosotros en un par de años…