viernes, 19 de abril de 2024

ENTREVISTA: BORJA GARCÍA HIDALGO

"Estar en Corea del Sur ha superado mis expectativas"

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Borja García, el primero por la izquierda, con sus compañeros de Brasilian Jiujitsu.

Corea del Sur no es uno de los destinos más frecuentados por los emigrantes españoles. Este leonés, en cambio, decidió irse en septiembre de 2012 Oriente para seguir progresando personal y profesionalmente, siempre con la mente muy abierta.

Borja, ¿por qué decidiste irte?
Después de unos cuantos años trabajando en España necesitaba progresar profesional y personalmente. Tenía una motivación especial por probar algo inusual y con cierto riesgo, por lo que me fijé en Asia. España, salvo excepciones, no tiene demasiados vínculos con Asia, así que pensé que podría entrar en contacto con una cultura totalmente diferente.

¿Elegiste Corea del Suro te dejaste llevar?
A priori me daba igual el destino final… De hecho, pensaba, cuanto más lejos, mucho mejor, puesto que podría aprender mucho más. Tras muchos procesos de selección, tuve la oportunidad de venir a Corea del Sur.

¿Cómo es la vida en un país tan diferente a España?
La verdad es que esta experiencia ha sobrepasado todos mis esquemas. Corea tiene una cultura muy diferente al resto de las culturas asiáticas. Mucha gente piensa que está a medio camino entre la china y la japonesa, pero no es correcto. Es una cultura radicalmente diferente y, para mi sorpresa, he comprobado que tiene algunos elementos en común con la nuestra.

¿Qué es lo que más te ha costado al integrarte?
En Corea del Sur la comunidad internacional es reducida y, además, existe una gran barrera lingüística. Integrarse tiene un coste muy alto, es muy difícil. Comprar cualquier cosa o moverse de un punto a otro de la ciudad es muy complejo. Cuando llegué aquí me propuse tener poco trato con los extranjeros residentes aquí y centrarme en desarrollar vínculos y amistad con personas nativas. Eso me llevó a pasar un primer año muy duro, con mucho aislamiento, aunque poco a poco he vencido las dificultades y hoy tengo contacto, tanto en el plano personal como profesional, con personas nativas. Además, estoy empezando a hablar algo de coreano…

¿Cómo son los coreanos en el trato más cercano?
Al romper esa primera barrera es cuando realmente obtienes lo que buscabas… En coreano o en inglés haces esfuerzos por entenderte y hacerte entender y, en algunos casos, te tratan como una verdadera familia. Tengo un grupo de amigos con los uqe hago Brasilian Jiujitsu que no dejan que me pierda ningún evento. Al romper esa barrera cultural es cuando me he dado cuenta de que son muy parecidos a nosotros, son familiares y te intentan ayudar en lo que puedan.

¿Qué detalles te ha costado conocer?
Es importante acostumbrarse a detalles como el de la jerarquía, algo muy fuerte aquí. La edad es un elemento de peso importante y los coreanos, al hablar entre ellos, utilizan múltiples variantes del lenguaje en función del grado de respeto que deben tener, algo que para un extranjero es complicado al principio. Por otra parte, el idioma no es fácil… Tengo en casa cinco o seis botes de acondicionador porque lo confundí con champú… ¡Y también confundí una vez lavavajillas con café preparado!

¿Y la comida? ¿Te gusta?
La cocina coreana es muy variada y especial, merece la pena conocerla. Tienen muchos platos diferentes y algunos creo que serían muy populares en España. Pero, en general, es picante, lo cual requiere cierta adaptación.

Un emigrante pionero
No solo es difícil encontrar españoles en Corea del Sur, sino que hacerlo en puestos como el que ocupa Borja es aún más complicado. Nuestro protagonista coordina la implementación de tres grandes sectores (automoción, servicios financieros y electrónica y maquinaria industrial) dentro del Tratado de Libre Comercio firmado por la Unión Europea y Corea en 2011. Una suerte de experimento comercial del que Borja forma parte.

¿Cómo es tu día a día en el trabajo?
La implementación de los compromisos adquiridos por la UE y Corea del Sur en el Tratado exige una negociación continua y un gran conocimiento técnico. Es algo muy enriquecedor pero que también se lleva mi tiempo cada día…

Ahora que eres emigrante, ya sabes qué se siente…
La emigración no es la panacea universal. Creo que no vale para todos, pero también creo que de ella se obtiene una buena experiencia. Hoy en día, creo que emigrar a Europa no es emigrar, porque los europeos cada vez estamos más unidos y a los españoles cada vez se nos aprecia más en cualquier país: somos trabajadores, comprometidos y personas leales y cercanas. En mi caso, yo he emigrado por propia voluntad, tras una decisión responsable y meditada. Creí que era lo mejor para mi y que podría extraer algo positivo de esta experiencia.

¿Lo recomendarías?
En mi opinión, hoy en día vivimos en un mundo globalizado, donde muchas personas compiten y están muy formadas. Limitarse a vivir en un sitio concreto es una barrera autoimpuesta, que puede limitar mucho. Pero, evidentemente, existen muchas situaciones particulares que habría que tener muy en cuenta en cada caso.

¿Te has encontrado con más españoles en Corea del Sur o en Seúl, tu ciudad?
Cuando llegué aquí, había muy pocos españoles, unos 125 en todo el país. Todos nos conocíamos por el nombre y la empresa en la que trabajábamos… Ahora, en el último año, el número quizás se haya doblado. Muchos vienen para estudiar, porque hay varias universidad españolas que tienen convenios de intercambio con centros de Corea. Y un porcentaje de los que viven aquí son personas que se han establecido hace tiempo y están casados ya con coreanos.