miércoles, 24 de abril de 2024

ENTREVISTA: JOSÉ LUIS ÁLVAREZ

“Chile es un país seguro, estable y con muchas oportunidades”

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José Luis Álvarez en la cumbre del Volcán Villarrica a 2847 m. Al fondo se ve el Lago Villarrica, uno de los principales destinos turísticos del país.

En un sector tan maltratado en España como el de la construcción, no han sido pocos los profesionales que han tenido que irse lejos para buscarse un trabajo. Ese ha sido el caso de José Luis Álvarez, un asturiano orgulloso de su tierra que actualmente vive y trabaja en San Pedro de Atacama, en Chile.

José Luis, ¿por qué decidiste irte?
El motivo fue el mismo que tiene la mayoría de los que nos vamos de nuestra casa, la falta de trabajo en España y la necesidad de afrontar pagos, como por ejemplo la hipoteca. Uno no puede adoptar una actitud pasiva ante esta situación y quedarse esperando a que de repente un día todo se solucione, así que siempre tuve muy claro que si tenía que irme fuera una temporada, aunque no me gustase mucho la idea, lo haría sin dudar.

¿Cómo es Chile? ¿Qué has encontrado allí?
Chile, hoy en día, es un país estable, seguro, con una economía en desarrollo y con muchas oportunidades de trabajo. Me he encontrado un país con unas posibilidades de futuro muy grandes y con unos recursos naturales casi infinitos. Pero sobre todo, ahora mismo, estabilidad laboral y posibilidades de seguir aprendiendo. Y, por supuesto, unos destinos turísticos increíbles… ¡No va a ser todo trabajar!

¿Qué es lo que más valoras del país?
En primer lugar el idioma. El hecho de que aquí se hable el castellano facilita mucho las cosas, sobre todo para alguien como yo, que siempre ha estado “peleado” con los idiomas... Y, además, es importante la seguridad que te ofrece el país, ya que puedes moverte libremente por casi cualquier parte sin ningún peligro, algo que no se puede decir de la mayoría de países de Sudamérica…

De la experiencia que estás viviendo en Chile… ¿cuál es la peor parte?
Lo que peor llevo en el destino en el que estoy ahora es el entorno. Vivir en el desierto de Atacama se hace muy duro para un asturiano. Me falta el verde, la lluvia, el mar, los ríos, los lagos, las montañas... Aquí hay otros alicientes, diferentes, pero después de unas cuantas semanas en San Pedro de Atacama necesito irremediablemente acercarme al mar para oler el salitre.

Ahora que eres emigrante, ¿recomendarías la experiencia?
Emigrar es algo muy personal. Depende mucho de la situación personal de cada uno. Desde luego que irte de casa enriquece tu vida, porque un nuevo país significa conocer nuevas culturas, nuevas experiencias y hacer nuevos amigos. El que tenga la oportunidad, debe aprovecharla, sin duda. Aunque como en casa no se está en ningún sitio...

¿Cuál es tu trabajo actual en Chile?
Más o menos hago lo mismo que en España, es decir, Jefe de Obra, si bien aquí en Chile se denomina “Administrador de Contrato”. Se trata de dirigir una obra es todos los aspectos: técnicos, económicos, de planificación, control de subcontratas, control de proveedores... Es un trabajo muy absorbente y estresante por la responsabilidad que implica, pero a la vez muy agradecido cuando ves el resultado final. Y, sobre todo, lo que más me gusta es volver, al cabo de los años, a una obra en la que he trabajado: te sientes muy orgulloso de ver que sigue ahí.

¿Viajas a España a menudo?
Menos de lo que quisiera... Intento ir dos veces al año, una en Navidad y otra en verano, aunque depende de las circunstancias de la obra en ese momento. Por ejemplo, el año pasado no pude ir en Navidad y vino mi novia a pasar esas fechas tan señaladas conmigo, para no estar solo. Eso sí, se me hace muy extraño ir de vacaciones a mi propia casa...

¿Has conocido a más españoles en tu destino? ¿Cuál es su situación general?
Si, tengo contacto diario con varios. De hecho, mi empresa, Procoin Industrial, es de origen asturiano, así que somos varios los compañeros españoles que estamos aquí trabajando. Además, en Chile hay muchísimos españoles en todas partes y ya no resulta extraño encontrarte un compatriota en cualquier lugar del país, donde menos te lo esperes. En general, una vez que pasas el periodo de adaptación a la forma de trabajo de aquí, quien se queda suele estar contento.