viernes, 26 de abril de 2024

ENTREVISA: MÓNICA DÍEZ CAMPA

“En ASPI queremos que nuestros hijos conozcan las costumbres y el idioma españoles"

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En la foto, firma del acta constitucional de ASPI el 3 de marzo de 2012: de izquierda a derecha: Lydia Castaño, Karmele Matellán, Ámal Abordán, Miriam Cagigal, Ana María Escobar, Leticia Medina, Mónica Díez Campa, Beatriz Alonso y Miriam Alons

Mónica Díez Campa es presidenta de ASPI, Asociación de Familias Hispanohablantes de Irlanda. Esta activa organización ha servido para acercar la cultura española a los más pequeños y, además, para cohesionar a las familias españolas en la isla.

Mónica, ¿cómo llegaste a Irlanda? ¿Cuándo fue?
Vine a Irlanda con una beca Erasmus a la Universidad de Galway para hacer el ultimo año de Ingeniería Industrial en 1999. Galway me encantó desde el primer momento, es una ciudad universitaria, joven, bohemia, medieval, con rincones interesantes y llena de sorpresas. Como me fue tan bien ese primer año, decidí quedarme a trabajar de investigadora en la universidad, haciendo un Máster al mismo tiempo. Allí conocí a mi marido, un irlandés de Connemara. Después de un año y medio en Galway nos mudamos a Dublín, donde he vivido en distintas partes de la ciudad, hasta que descubrí el bonito y pintoresco pueblo de Dalkey, donde vivo ahora con mi familia. Jamás me imaginé que viviría en Irlanda 14 años… ¡Y los que me quedan!

¿Cómo definirías la vida en Irlanda?
En el terreno laboral mi experiencia ha sido buena. Siempre he tenido trabajo de ingeniera y he encadenado uno detrás de otro incluso en tiempos de crisis. He trabajado en multinacionales y empresas pequeñas del sector sanitario, farmacéutico y de suplementos alimenticios. En todas me he sentido valorada y bien tratada. El tema de la maternidad en el trabajo se ve como algo natural y está muy protegido legalmente. Las bajas pueden llegar a ser de 11 meses y después existen otros permisos. no pagados, que puedes solicitar si tienes hijos pequeños. Respecto a la familia, cuando nació mi primera hija (ahora tengo tres) sentí una necesidad imperiosa de juntarme con otras madres hispanohablantes que hasta ese momento no había sentido. Fue por ese deseo compartido por el que se fundó ASPI en 2012, inicialmente con 10 socias fundadoras. Al estar en otro país queríamos que nuestros hijos conocieran las costumbres con las que nosotras crecimos y, por supuesto, que hablasen español tan bien como los nativos. También necesitábamos conocer el sistema sanitario y educativo irlandés, ya que todo era nuevo para nosotras, y poder juntarnos con nuestros hijos para compartir nuestras experiencias. Así se formó el Spanish Toddler Group en noviembre de 2011 (el primer grupo ASPI). Después vino, en marzo de 2012, la Association of Spanish Parents in Ireland (ASPI). Hicimos la fiesta inaugural en mayo de 2012 y a partir de ahí hemos organizado talleres, charlas, cine, fiestas de Navidad y Reyes, grupos mensuales en distintas localidades y clases de español. La asociación ha ido creciendo cada año y ahora cuenta con 181 familias.

Desde ASPI hacéis una gran labor a favor de los españoles residentes en Irlanda. ¿Qué es lo más gratificante de este trabajo?
Me llena de orgullo haber sido capaces de organizar las clases de español gracias al gran trabajo de la junta y del equipo de coordinadoras voluntarias, ya que responde a la demanda de los padres, que desean que sus hijos aprendan cultura y lengua española. Ahora mismo hay grupos en cinco localidades de Dublín, a las que asisten 130 niños. Mi hija va a una de las aulas y soy testigo todos los sábados de lo contentos que van los niños y los padres, así como del entusiasmo de las profesoras. Es un gran logro que ojalá pueda tener una transición fácil y convertirse en la futura ALCE Irlanda. También me gusta ver que las actividades que organizamos se consolidan y perduran en el tiempo. El Spanish Toddler Group fue el primer grupo que hicimos hace tres años, ya ha pasado por tres equipos de organizadoras y sigue a tope de gente y con un precioso local renovado. Las fiestas de Navidad, Reyes y Primavera son esperadas por la comunidad española en Dublín. Tenemos además otros grupos en bibliotecas y centros comunitarios repartidos por diferentes áreas de Dublín y alrededores. Esta dispersión geográfica es fundamental para que las familias puedan establecer vínculos entre sí en su misma zona. Con el Club de Senderismo, que tiene un poder de convocatoria increíble, nos hemos adentrado en diferentes condados más allá del de Dublín. Yo espero que toda esta actividad dure muchos años después de que la Junta actual lo deje.

¿Qué vínculos tienes con España? ¿Sueles ir a menudo?
Solía ir tres o cuatro veces al año a Gijón, que es donde vive la mayor parte de mi familia. Ahora, con tres niños pequeños creo que serán un par de veces como mucho… La verdad es que los vuelos directos al norte de España desde Irlanda solo funcionan en primavera y verano, y si hay que coger dos vuelos se hace carísimo volar a Asturias. Yo sigo echando mucho de menos a mi familia, la comida y la manera de vivir de España. Espero poder pasar los veranos enteros en Gijón para que mis hijos puedan empaparse un poco de la cultura de allí y conocer mejor a sus abuelos, tíos y primos.

¿Recomendarías la experiencia de la emigración?
Yo sí recomendaría vivir en otro país, me he sentido más libre y he encontrado y aprovechado oportunidades que no creo que se me hubieran presentado en España. El experimentar otra cultura diferente a la mía me ha cambiado, creo que ahora soy una persona más abierta e interesante. Y, por último, dominar otra lengua es algo fantástico para comunicarse con personas de otros países y para poder acceder a la información, literatura y cine sin traducciones ni doblajes. ¡Así que animo a cualquier persona con espíritu aventurero a probar suerte en otro país!