viernes, 29 de marzo de 2024

FOTO VASCO-SUECO DE BILBAO

Euskadi busca más intercambio comercial con Suecia

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El evento ha servido para reflexionar sobre los retos del binomio innovación-internacionalización.

La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha abogado por incrementar las relaciones económicas entre Euskadi y Suecia, y ha destacado que se trata de un modelo de referencia en innovación, que demuestra “que se puede fabricar en nuestro propio país siendo competitivos y creando empleo, siendo tecnológicos, apostando por la innovación, produciendo productos y servicios de alto valor añadido”. La consejera ha realizado esta reflexión en la apertura del “Foro vasco-sueco Innovar para Internacionalizarse: la industria inteligente”, celebrado este lunes en Bilbao. La embajadora en España del país nórdico, Cecilia Julin, ha corroborado el mensaje lanzado por Arantza Tapia. “Creo que podemos encontrar esa colaboración”.

El evento, en cuya organización ha participado el Grupo SPRI (la agencia vasca de desarrollo empresarial dependiente del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad)  ha servido para reflexionar sobre los retos del binomio innovación-internacionalización aplicados el sector industrial y desde las experiencias y testimonios de empresas suecas y vascas.

La consejera ha destacado que Suecia es el país de la Unión Europea que más invierte en I+D, a lo que dedica “3,4% del PIB, el triple que el Estado español. “Es un modelo claro de referencia para nosotros”, ha enfatizado. “Es un país con el que compartimos la apuesta por la industria. El convencimiento de que se puede fabricar en nuestro propio país siendo competitivos y creando empleo. Siendo tecnológicos, apostando por la innovación, produciendo productos y servicios de alto valor añadido”.

Ha asegurado que Euskadi puede ofrecer a los suecos que “somos un país fiable, bien preparado con pymes competitivas”, a lo que ha unido la apuesta por la industria -“se ha demostrado que esa es la vía” para el crecimiento económico- y que “desde hace décadas nos hemos tomado muy en serio la tecnología y la innovación”.

La embajadora Cecilia Julin ha explicado el modelo de crecimiento de su país. “No sé si hay una innovación sueca pero si ha habido un modelo que ha tenido éxito. Tenemos larga tradiciones de innovación desde la llave inglesa creada en 1891 hasta plataformas digitales como Skype y Spotify”.

En el foro también ha intervenido  Carlos Marcos, consejero delegado de la multinacional ABB en España, quien ha destacado que el país nórdico y Euskadi “tienen en común la importancia que le dan a la innovación”. Ha subrayado que el peso de la industria en el PIB vasco es del 21% con planes para llegar al 25% en 2020 y en Suecia se eleva al 26%.

El directivo de ABB (uno de los mayores grupos empresariales en Suecia con 9.000 trabajadores, de los que 550 se ubican en sus dos plantas en Euskadi) ha mostrado su firme convicción en “la cuarta revolución industrial porque el cambio viene del cliente. Nunca ha sido tan fácil estar interconectado”. Ha augurado que las industrias del futuro van a estar basadas en el llamado internet de las cosas, las personas y los servicios. “Vamos a ver dispositivos inteligentes para poder tomar decisiones sobre las máquinas”.

Tomás González, director de Idom, que ha participado ya en dos proyectos de tranvía en Goteborg y Lund, y ahora trabaja en un tramo del tren de Alta Velocidad, ha destacado la transparencia de las licitaciones públicas en Suecia, Tras indicar que este año hay 20.000 licitaciones públicas. González ha advertido de que la entrada en el mercado sueco requiere una elevada profesionalidad. “No puedes ir de segunda fila.  Animaría a mirar con cierta seriedad el mercado sueco y si sois referencia, es un gran mercado. En caso contrario, probablemente estaréis perdiendo el tiempo”.

Aitor Cobanera, director de Tecnología e Innovación del Grupo SPRI, ha explicado la tarea del Gobierno vasco, que “desde los años 80 se ha mantenido una política activa industrial” y ha recordado como hace 35 años el gasto en I+D estaba en el “el 0,001% del PIB” y ahora ronda el 2,05%. “Se empezó con la creación de centros tecnológicos, una política de apoyo económico importante a proyectos de I+D y desde mediados de 2000 la diversificación en sectores como la bio y la nanotecnología”. Cobanera ha resaltado que los parques tecnológicos vascos acogen 400 empresas con 14.000 trabajadores, en las “el empleo ha crecido incluso durante la crisis, con un aumento del 12%”. La tarea, ha explicado, se centra ahora en el desarrollo de la llamada especialización inteligente, las directrices de la Unión Europea de que cada zona se centre en las áreas que mejor domina. En el caso de Euskadi, se ha optado por la fabricación avanzada, energía y las biociencias.

Finalmente, Malin Svensson, manager de la oficina comercial de Suecia para España y Portugal, ha afirmado que Suecia “llego tarde a la revolución industrial y la única manera de ser competitivo era ser innovador” y que las claves del éxito ha sido la internacionalización. “La exportación supone el 50% del PIB”. Svensson ha revelado que los objetivos son que Suecia sea la líder en el Internet de las cosas para 2025 y en el área de productos avanzados para 2030. Una estrategia que supone desarrollar seis áreas: “producción sostenible, procesos de producción flexibles, desarrollo de producto virtual y de simulación, coordinación entre empleados y robots para mayor productividad, productos basados en servicios e identificar procesos de producto integrado”.