sábado, 20 de abril de 2024

LOS VECINOS QUIEREN ATRAER POBLACIÓN JOVEN PARA QUE NO SIGA BAJANDO EL CENSO

La parroquia de Xesta ofrece alquileres a 100 euros para atraer vecinos y suplir su emigración

xesta
El barrio de Pigargos en la parroquia de A Xesta donde se alquilan las casas.

La parroquia de Xesta, en A Lama (Pontevedra), es una de tantas en Galicia amenazada por el fantasma de la despoblación, y para combatirlo su asociación de vecinos ha ideado un banco de casas antiguas que pondrán en alquiler al módico precio de 100 euros al mes.

Son apenas 176 los vecinos que viven en Xesta, donde abundan las casas deshabitadas, casi una veintena, dentro de un municipio conocido por albergar el centro penitenciario de la provincia, y cuyo último censo es de 2.700 habitantes, cuando hace dos décadas la cifra rondaba los 4.000.

Emigrantes en México

Es una localidad, la de A Lama, con una fuerte presencia de la emigración mexicana, que en su día invirtió en casas grandes que con el paso de los años han perdido valor por el continuo descenso de sus habitantes.

Enrique Vaqueiro, presidente de la Asociación de Vecinos de San Bartolomé de Xesta, explica que la idea es sacar inicialmente en alquiler seis casas a 100 euros, con la condición de que sus moradores se hagan cargo de su mantenimiento y de alguna obra de reforma que precisen.

En ese caso, detalla, algunos propietarios están dispuestos a no cobrar cantidad alguna hasta que el inquilino cubra la inversión realizada con lo que ahorre por no pagar las mensualidades.

La asociación de vecinos, aparte de ejercer de mediadora entre propietarios e interesados, brindará asesoramiento a las partes con la ayuda de una inmobiliaria.

"Ganan todos"

Cree Vaqueiro que con esta iniciativa "ganan todos": los propietarios, porque sus casas no se seguirán deteriorando y además obtendrán algo de dinero; los inquilinos, porque podrán acceder a una vivienda a un precio fuera de mercado; y la parroquia, porque recuperará vida con más vecinos en sus calles.

Para dar ejemplo, el presidente de la asociación de vecinos fue el primero en poner en alquiler la casa de su bisabuelo y a partir de ahí otros cinco vecinos se animaron.

Si la cosa funciona, confía en que se vaya apuntando más gente.

En apenas un día, ha recibido numerosas llamadas, entre ellas las de vecinos de otras parroquias interesados en llevar a la práctica un banco de casas similar al de Xesta.

Vaqueiro admite que lo ideal sería que se apuntaran familias con niños, aunque da la bienvenida a todo el que esté dispuesto a instalarse en esta parroquia, lejos de las comodidades que pueda ofrecer la ciudad, pero "con el encanto" del rural gallego.

Su anhelo es "que las antiguas cocinas de hierro vuelvan a encenderse en Xesta".