Ourense logró el pasado año el dudoso honor de tener la mayor tasa bruta de emigración de toda la Comunidad Autónoma. La provincia alcanzó en 2013, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística esta pasada semana, una tasa de 7,1 emigrantes por cada mil ourensanos que eligieron de manera obligada o voluntaria iniciar una nueva vida en el extranjero, frente al 3,2 de Lugo, el 4,3 de A Coruña y el 4,5 de Pontevedra.

También ha logrado el podio más alto en cuanto a la evolución de la tasa desde el año 2008. Mientras que el incremento medio en el resto de provincia ha sido de unos dos puntos, en Ourense el aumento alcanzó los cuatro, pasando del 3,2 al 7,1 .

Por edades, la mayor tasa de emigración, un 22,8, se produjo en torno a los 26 años, seguidos por las personas de 31 años, con una tasa del 20,1 .

En los hombres, la mayor tasa se produjo en los 26 años, con 27,6, que en el año 2008 sólo se situaba en un 4,8.

En las mujeres, la edad de emigración más frecuente es la de los 28 años, con una tasa del 23,7, aunque el mayor incremento respecto al 2008 se produce en los 33 años, pasando de tan sólo un 3,5 a una tasa de 21.

Mientras que la emigración es un fenómeno en alza en la provincia ourensana, donde los últimos datos del paro de noviembre arrojaron una cifra de 27.281 personas sin empleo, los tradicionales países de acogida están situando en el punto de mira a los trabajadores llegados de otros países europeos con el objetivo de poner limitaciones a esta afluencia masiva y de imponer medidas que dificulten su estancia en el país, si no encuentran empleo. El último ejemplo es el referéndum celebrado en Suiza el pasado mes de noviembre, y rechazado por el 74,1 por ciento de los votos, que pretendía limitar aún más la inmigración, permitiendo la entrada de sólo 17.000 personas, frente a las 80.000 anuales de hoy en día, cifra aprobada en otro referéndum que ya puso coto a la inmigración. También están las medidas anunciadas por Reino Unido, Bélgica o Alemania de expulsar a extranjeros sin empleo.