viernes, 29 de marzo de 2024

Manuela Martínez Vázquez: "Me vuelvo muy feliz a Argentina de ver lo bien que está Galicia"

María-Manuela
María Manuela Martínez Vázquez

María Manuela Martínez Vázquez tiene 84 años y vive en Argentina desde los 16. Volvió a Galicia como beneficiaria del Programa “Reencontros na Terra”. En Buenos Aires, conoció a un gallego, ourensano y de Celanova como ella, con el que se casó. Lo perdió hace año y medio, “después de 59 años de felicidad”, comenta. Disfrutando los últimos días en Galicia, María está en Celanova, en la casa de su sobrina, Manuela Yáñez.

María emigró a Argentina con 16 años, con una hermana mayor, que tenía 23. “Solo yo se lo que lloré”, recuerda. Al llegar a Argentina empezó una nueva vida. “Yo trabajé mucho en casa, cosiendo y tejiendo. En aquellos años ni televisión había. Hacía un jersey al día. Y los vendía. Fui aprendiendo, y así llegué a hacer colchas, almohadones, cortinas, forraba sillas. Era un trabajo que me gustaba, y lo hacía en casa porque había que atender a los hijos, que no teníamos quién los cuidara”. Antes, aún soltera, María había trabajado en la mítica fábrica de “Alpargatas”, pero el nacimiento de los hijos, tuvieron una pareja, la obligó a trabajar desde casa. Vivió en lo que por llaman Gran Buenos Aires, entre las localidades de Remedios de Escalada, Banfield, Lomas de Zamora y Temperley, a poco más de 15 minutos del centro de Buenos Aires.


Morriña


En 1996, cuando ella y su marido se jubilaron, vinieron a España pero, a pesar de la morriña y de los deseos de volver a casa, fueron a Tenerife. La poderosa razón no fue otra que su hijo había tomado el camino de la emigración, haciendo el camino inverso al de sus padres, y vivía en Tenerife. El hijo de María había sido combatiente en la guerra de las Malvinas. Dice que trataron tan mal a los combatientes, que su hijo no lo soportó y decidió marcharse de su país, Argentina.

Pero María Manuela Martínez, más que hablar de Argentina, quiere hablar de “su” Galicia y de la maravillosa experiencia que dice estar viviendo. “Ha sido todo impecable. Nos han tratado de maravilla. Desde que llegué al aeropuerto, en Buenos Aires, no tengo queja de nada. En Ezeiza nos esperaba gente de la Xunta. Y en Madrid. Y al llegar a Vigo también. De allí fuimos a Carballiño y nos trataron de diez. Mariana y Loly, las chicas que nos ayudaban allí son unos ángeles. Sólo tengo palabras de agradecimiento”. “Me alegra ver a los gallegos estudiar. Yo quería estudiar, pero no pude. Vuelvo feliz de ver lo bien que está Galicia. Y porque tengo ganas de ver a mis 4 nietos”. 


Relaciones familiares ahora recobradas


El objetivo del programa “Reencontros na Terra” es permitir a los participantes redescubrir, no solo sus raíces, tanto de tipo cultural y social como familiar, sino además ponerse en contacto con la realidad de su país de origen mediante actividades que posibiliten el conocimiento de la Galicia actual, el encuentro con las familias, y el intercambio de experiencias con el resto de los participantes. Aunque todos los participantes deben tener 65 o más años de edad, condición “sine qua non” para beneficiarse del programa, la edad media supera ampliamente esta cifra.

El programa se desenvuelve a lo largo de hasta 45 días, con dos fases diferenciadas. La primera de ellas consistió en una estadía de dos semanas, en la residencia de la Consellería de Política Social no Carballiño, en régimen de pensión completa, desarrollando actividades recreativas y culturales adaptadas a los participantes, y con excursiones a distintos lugares para un mejor conocimiento de Galicia. Entre los destinos de las visitas planeadas se incluye Ourense, Allariz, O Carballiño, Ribadavia, Celanova y Santiago de Compostela, donde realizaron un recorrido por la zona monumental. La segunda fase consiste en una estadía con sus familiares de Galicia hasta un máximo de 45 días. Se trata de un complemento a la estadía “oficial” que supone para muchos de los beneficiarios una oportunidad única de encontrar sus raíces, y redescubrir las relaciones familiares dejadas atrás, pero no por eso olvidadas.

La última edición de “Reencontros na terra” ofreció la oportunidad a 134 mayores gallegos de acercarse a Galicia para pasar hasta mes y medio con sus familias con lo que se eleva el número de beneficiarios de estos programas a cerca de 300 gallegos mayores residentes en el exterior solo en 2018.