jueves, 28 de marzo de 2024

MIGRANTES

El sindicato CIG calcula que 100.000 jóvenes gallegos sin empleo pudieron emigrar

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Unos 100.000 gallegos podrían haber emigrado por falta de empleo en España desde 2009, principalmente a otros países europeos, según cálculos del sindicato CIG que presentó un informe sobre la evolución de la situación laboral desde el inicio de la crisis económica.

"Desde el tercer trimestre de 2009 la población activa menor de 40 años descendió en 175.300 personas y la mayor de 40 años aumentó en 107.300", apunta CIG en el documento sobre el mercado laboral en ese periodo.

La responsable del gabinete de economía de CIG, Natividad López, indicó en la presentación del informe que una parte de la pérdida de población activa es consecuencia de un mayor número de defunciones que de nacimientos, de un saldo demográfico negativo, pero otra mayor es atribuible a la emigración.

López señaló que no hay datos precisos sobre la parte de esa pérdida de población activa atribuible a ese decrecimiento de la población y cual a la emigración, entre otras razones porque los jóvenes que se marchan no declaran el cambio de residencia fuera de España por temor a que "a los seis meses perderían la tarjeta sanitaria", que les permite beneficiarse de cobertura médica.

En ese sentido, preguntó si "sería muy exagerado hablar de 100.000 personas" y respondió que "no sería nada exagerado".

López subrayó que la pérdida de población activa en Galicia constituye "uno de los indicadores más preocupantes" de los datos analizados, y enfatizó que "del paro se puede salir, pero de la emigración es difícil volver".

Señaló que la población activa en Galicia se mantuvo estable hasta 2012, pero a partir de ese año "empezó a descender fuertemente" y desde entonces puede haber "unas 70.000 personas menos", lo que supone una rebaja de 5,2 %, hasta el punto de que el año pasado hubo 8.000 menos.

La representante sindical afirmó que en los últimos tres años se registra una creación de empleo, pero el nivel actual es "en los mismos términos que en 2012, pero respecto a 2008 aún hay 148.000 empleados menos".

En ese sentido, observó que si bien la tasa de desempleo bajó en 2017 para situarse en un 15 %, respecto a un 17 % el año anterior, en realidad "bajó la población activa", de manera que "parte de esa reducción del paro no se debe al incremento de la ocupación".

López opinó que si mucha población no hubiera emigrado, en Galicia la tasa de paro podría estar "en un 25 % o más".

La representante de CIG destacó que hay "un deterioro muy grande de las condiciones laborales" que han llevado a una pérdida de ingresos y de derechos en los últimos años.

Así, indicó que la temporalidad contractual en el ámbito de las administraciones públicas representó un 24 % del empleo en ese sector en 2017, dos puntos más que el año anterior, y que en las empresas privadas "se ha vuelto a disparar" al alcanzar una tasa de 27 % de su conjunto.

Según sus cálculos, "prácticamente todo el empleo generado en los últimos años fue temporal y a jornada parcial" de manera que "desde 2009 hay más de 100.000 personas menos que trabajan a jornada completa y hay 26.300 personas más con jornadas parciales".

Actualmente Galicia tiene un 15 % de sus empleados a "tiempo parcial, con contratos de muy escasa duración y con mucha rotación en el empleo", comentó López, y destacó que estos "alcanzan máximos históricos cada año" y se situaron en más de un millón en 2017.

También señaló que un tercio de los contratos laborales actuales son de "duración indeterminada", de los que "probablemente muchos de ellos estarían incluidos en los de menos de una semana, pero no lo podemos saber".

La representante de CIG observó que las personas que perciben ingresos laborales inferiores al salario mínimo interprofesional suponen actualmente un 18 % del total de asalariados, frente a un 14 % en 2009.

Por su parte, el secretario confederal de empleo de CIG, Francisco Xabier Cartelle, consideró que las reformas laborales emprendidas por el PSOE y el PP en los últimos años han llevado a que "las condiciones laborales de la clase trabajadora gallega hayan empeorado de manera muy grande".

Cartelle enfatizó que Galicia tiene ahora "una clase obrera más empobrecida", hasta el punto de que el peso de las rentas de las personas asalariadas ha bajado cuatro puntos respecto a la renta nacional, y los trabajadores "han perdido un 11 % de poder adquisitivo desde 2009", que ha afectado sobre todo a las mujeres y a los jóvenes.EFE