El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha ofrecido al PP abordar una reforma profunda de la ley electoral en la próxima legislatura, desde el diálogo y el consenso, en vez de plantear un cambio que responde más a "los miedos y la incapacidad" de los populares de pactar con otros partidos.

Sánchez ha hecho esta oferta un día después de que el PP presentara en el Congreso la propuesta de crear una subcomisión para instaurar en los comicios municipales un sistema de prima de concejales para el partido más votado y de doble vuelta en las elecciones para elegir alcalde.

Como respuesta, el PSOE ha registrado en la Cámara Baja una proposición no de ley en la que pide abordar la reforma tras las elecciones generales con "el tiempo, la reflexión y el consenso necesarios".

Tras reunirse con unos 80 alcaldes socialistas en Madrid, Sánchez se ha mostrado abierto a "hablar de todo", incluyendo la posibilidad de establecer la fórmula de la doble vuelta, pero ha puntualizado que en política, "tan importante es el fondo, como la forma, como la oportunidad".

"El PP plantea esta modificación imponiéndola en un momento en que su propósito es otro bien distinto, que es hacer una ley electoral a la altura de sus miedos y de su impotencia para entenderse con otras formaciones", ha argumentado.

Según Sánchez, "quien gana las elecciones es quien gobierna" y por ello, ha añadido, fue el PSOE el que salió vencedor.

En su iniciativa, los socialistas consideran que la reforma electoral debe abordar, como mínimo, tres aspectos fundamentales: el desbloqueo de listas electorales, también en las elecciones locales, la igualdad de hombres y mujeres en listas 'cremallera' y la supresión del llamado voto rogado de los emigrantes.

La propuesta del PP se ciñe a las elecciones locales y defiende una prima de concejales equivalente a la mayoría absoluta para el partido que obtuviera más del 35 de los votos y, al menos, una diferencia de cinco puntos a la siguiente candidatura.

Esa misma prima la conseguiría la lista que haya conseguido al menos el 30 por ciento de los sufragios y una diferencia de diez puntos con el segundo más votado.

Cuando no se produzca ninguna de los anteriores supuestos, el PP propone una segunda vuelta entre las listas que hubiera obtenido más del 15 por ciento de los votos, quedando expresamente prohibidas las coaliciones o uniones de candidaturas.

Ante las críticas del PP por los pactos sellados entre PSOE y Podemos para arrebatarles algunos municipios y comunidades autónomas, Sánchez ha defendido la "legitimidad" de los gobiernos emanados tras el 24 de mayo porque "son coherentes con el ideario socialista y dan estabilidad institucional".

Tras los últimos comicios, el PSOE gobierna en 17 capitales de provincia y en unos 2.800 municipios, de los cuales alrededor de 70 tienen más de 50.000 habitantes.

En su encuentro con los alcaldes de su partido, Sánchez les ha agradecido que contribuyan a demostrar que el PSOE tiene "un proyecto de país en todos los territorios de España" y en que estén haciendo posible el "cambio" que él también quiere liderar en el Gobierno de la nación.

En la cita celebrada en el pabellón de los jardines de Cecilio Rodríguez del Parque de El Retiro de Madrid, han participado el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el de Valladolid, Óscar Puente; el de Soria, Carlos Martínez, y el de Vigo y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero.

También han asistido la primera edil de Segovia, Clara Luquero; la de Ciudad Real, Pilar Zamora, y la de Getafe (Madrid), Sara Hernández, además de la secretaria de Política Municipal del PSOE, Adriana Lastra, entre otras.

Sánchez se ha comprometido a que si es el próximo presidente del Gobierno, será "el gran aliado del municipalismo", defendiendo una adecuada financiación de los ayuntamientos y a que en la reforma de la Constitución se refuerce la autonomía local.

En su comparecencia, Sánchez ha censurado a Rajoy por su "desprecio" al Parlamento al negarse a convocar la conferencia de presidentes autonómicos tras los cambios habidos en los gobiernos regionales tras las elecciones de mayo.

Según Sánchez, es "urgente" hablar de la financiación autonómica y del techo de gasto impuesto a los territorios que recortan las opciones de gasto en servicios sociales.