martes, 16 de abril de 2024

TESTIMONIO

Tener la nacionalidad española es más que ser campeón del mundo

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Matchu Lopes: Tener la nacionalidad española es más que ser campeón del mundo.

El caboverdiano Matchu Lopes, que hace dos años se proclamó campeón del mundo de kitesurf sin sujeciones ("strapless"), recibió hace cuatro meses la nacionalidad española, con un pasaporte que le facilita ahora atravesar fronteras y llegar a las competiciones sin trabas.

"Ser español ha sido más que ser campeón del mundo", asegura durante una entrevista con Efe, mientras disputa en las playas de Sotavento (Fuerteventura) una nueva prueba del Mundial.

Lopes nació hace 24 años en Sal, una isla del archipiélago de Cabo Verde conocida en el pasado por su industria salera y hoy por ser un paraíso turístico y un oasis para los amantes del windsurf, surf, kitesurf y otros tantos deportes náuticos.

El joven podía haber imitado a su hermana, 15 años mayor que él, sacar partido a sus dotes culinarias y convertirse en cocinero, pero finalmente se dejó conquistar por el mar y relegó los fogones a los momentos de ocio.

Matchu creció viendo desde la arena cómo su padre hacía windsurf en las playas de Isla de Sal. "Yo le ayudaba con la tabla y el mástil, luego él se marchaba a navegar y yo me quedaba esperando por él jugando con otros niños", relata.

Mientras aguardaba su llegada, se entretenía cogiendo olas, pescando y aprendiendo las técnicas que, más tarde, le sirvieron para convertirse en un hombre de mar y en un campeón del mundo.

Poco a poco, Lopes fue creciendo y conociendo el mar como la palma de su mano hasta que, con 17 años, empezó a competir.

El primer triunfo llegó en unos campeonatos del Mediterráneo donde quedó en segundo puesto, seis años después, en 2016, se proclamó campeón del mundo de "strapless".

La carrera de éxitos del caboverdiano siempre se ha topado con el mismo hándicap: conseguir el visado y poderse mover de competición en competición sin tener que estar dando explicaciones a los policías de fronteras.

Matchu señala cómo cada vez que tenía que coger un avión para competir "tenía que enviar documentación a Senegal o Sudáfrica y esperar hasta un mes para conseguir el visado, incluso, a veces tenía que tomar un avión y acudir a esos países para conseguir los papeles".

En Cabo Verde hay muy pocas embajadas, normalmente europeas, pero "cuando competía en Hong Kong, Indonesia o países de Suramérica tenía que viajar a Senegal, Nigeria o Sudáfrica, pagar coche, hotel, comidas, etc y estar allí como mínimo una semana esperando para volver con el visado a casa", explica,

Llegó un momento en el que el competidor se cansó de responder a las mismas preguntas a los policías de los aeropuertos: dónde vas, qué vas a hacer en el país, cuándo vas a regresar o por qué llevas un visado de Senegal si eres de Cabo Verde.

Siempre respondía que era un surfero que recorría el mundo compitiendo.

Al final ideó una estrategia, llevar siempre en su mochila de viaje una revista donde él aparecía en la portada surfeando, "se quedaban flipando y entonces ya el visado que había hecho no valía para nada, le ponían el timbre, me decían que ganara y nos vemos a la vuelta".

Las cosas se fueron complicando hasta que un día su padre habló con él, "me dijo búscate la vida por otro lado porque tienes talento y una carrera por delante y aquí no te están impulsando lo que quieren darte".

En ese momento, Matchu Lopes decidió que tenía que hacerse ciudadano español y empezó, hace algo más de un año, la lucha por conseguir la nacionalidad.

Cabo Verde llegó a darle un permiso diplomático por méritos deportivos, pero con él está "sujeto a convenios con otros países". "Además, eso se acaba en cinco años y luego... chao. Yo no quiero pasar toda mi vida por esto", explica.

Después de un año de papeles y abogados, en abril se publicó en el BOE que Matchu había obtenido la nacionalidad española: "Me quedé tan flipado que no podía ni dormir", recuerda.

El deportista insiste en que "ser campeón del mundo es como una estrella que te ponen encima del hombro y te abre muchas puertas, pero el documento español ha sido más".

Poco a poco se ha ido empapando de la cultura, la política y la historia de España, de momento solo oye las explicaciones y comentarios sobre la situación actual del país.

"Todavía no opino. Primero escucho, analizo y ya sacaré mis conclusiones", manifiesta.

En 2017, Matchu Lopes aseguraba en Fuerteventura que su sueño era ser español y vivir en la isla. Lo primero lo ha conseguido y lo segundo no está muy lejos de lograrlo, porque ya pasa temporadas en Corralejo donde, incluso, da clases en una escuela de kitesurf.

Por delante tiene muchas ilusiones, entre ellas poder participar en los Juegos Olímpicos. No sabe si llegará a los de 2020 en Tokio; pero, si no, piensa en estar en los siguientes y en conquistar un título más como campeón del mundo.

"Sería un título para España, por cortesía", comenta.

Matchu insiste en que ha renunciado a la nacionalidad caboverdiana por no haber convenios". "Pero no dejaré nunca de ser caboverdiano, es solo cuestión de un papel y eso para mí no es nada. Allí siempre tendré las puertas abiertas", remarca. EFE