Donald Trump, tras imponerse a su rival demócrata Hillary Clinton, ha ganado una larga y dura batalla por la presidencia de Estados Unidos ante la sorpresa del mundo, incluso la suya.
La victoria del republicano por 288 votos frente a los 219 de Clinton ha sorprendido a buena parte de Estados Unidos y al mundo. Despreciado por unos y adorado por otros, por su discurso populista, machista y xenófobo será el próximo presidente de Estados Unidos. Y lo será gracias al apoyo de los votantes blancos, decepcionados por la política económica y el ascenso de la emigración.
Las encuestas han vuelto a fallar y Trump logra una victoria marcada por la incertidumbre. A pesar de todo, el nuevo presidente de los Estados Unidos ha asegurado que su país tendrá "grandes relaciones" y será "justo" con otras naciones. "Nos llevaremos bien con todas las naciones dispuestas a llevarse bien con nosotros", dijo.
Desde España se mira con preocupación este resultado por las relaciones empresariales que existen. El presidente Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores se han limitado a felicitar al nuevo presidente y manifestar que las relaciones con el país norteamericano sigan por la senda que discurrían.