viernes, 29 de marzo de 2024

La participación de la emigración española en las Elecciones Europeas se desploma a un 2,3%

garciamargallo
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.

Solo un 2,3% de los emigrantes españoles con derecho al voto participó  en las elecciones al Parlamento Europeo, del pasado 25 de mayo, según ha revelado  en el Senado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.

En la sesión de control al Gobierno en el Senado, el ministro señaló que de los 1,7 millones de españoles residentes en el extranjero y con derecho al voto, solo 80.927 manifestaron su interés en participar en estos comicios, y finalmente solo 39.531 votaron, la mayor parte de ellos por correo, aunque casi 11.000 prefirieron el voto presencial.

Margallo ha aportado estos datos en respuesta a una pregunta del senador de CiU Josep Lluis Cleriés, que se quejó de que solo 10.796 catalanes residentes en el extranjero votó en estos comicios de un total de 175.000 con derecho al voto. Para el portavoz de CiU, este dato revela que "la democracia española continúa sin garantizar el derecho al voto".

García-Margallo ha reconocido que el ejercicio del derecho al voto de los emigrantes españoles se está "gestionando mal" como consecuencia de la reforma hecha por el anterior Gobierno socialista y que introdujo el voto rogado, que obliga a los emigrantes a comunicar en un determinado plazo a las oficinas del censo en España su interés en votar. El ministro ha admitido que el voto rogado "dificulta" la participación en las elecciones de los residentes en el extranjero.

Sin embargo, ha defendido las medidas puestas en marcha por su departamento para intentar favorecer en la medida de lo posible la participación en los comicios, como la apertura permanente de las oficinas consulares para facilitar el voto o la firma de acuerdos con servicios postales para garantizar la gratuitad de los envíos.

A pesar de estas explicaciones, Cleriés ha echado en cara al ministro que su departamento gaste "más recursos en desacreditar el proceso catalán que en medidas para garantizar el voto" emigrante. Y ha incidido en que la aspiración catalana a tener su propio Estado independiente "no es cuestión de legalidad ni de Constitución sino de voluntad política".

El ministro le ha respondido que él tiene "el máximo respeto" por el pueblo catalan, al que por eso mismo "hay que decirle la verdad". Y esa verdad es que una declaración unilateral de independencia les excluiría "automáticamente" de la UE y de la ONU.