jueves, 18 de abril de 2024

UNA CHICA FIRMANDO EN LOS PAPELES DE RESIDENTE ESPAÑOLA

¿Quieres ser española? Responde: Si

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"¿Quieres ser española?" La pregunta la dirige el cónsul de España en Estambul, Pablo Benavides, a una chica sefardí de 14 años. Es la versión simplificada de la destinada a su padre: "¿Jura usted fidelidad al rey y obediencia a la Constitución?"

"Sí", es la respuesta. La chica acaba de convertirse en ciudadana española. Un paso legal que repara un daño con un retraso de 524 años: es el tiempo que lleva en Turquía su familia, expulsada por los Reyes Católicos en 1492.

Nueve sefardíes de dos familias ha pasado en las últimas horas por el consulado español. Ninguno de sus miembros habla ya ladino, el castellano del siglo XV. Pero todos recuerdan habérselo escuchado aún a sus abuelos: sólo a mediados del siglo XX, la comunidad sefardí de Turquía abandonó el uso del español, tras haberlo conservado durante 500 años.

"Mi abuela nos hablaba aún en ladino, pero no la entendíamos", recuerda Alper Romano, quien ha venido junto con su mujer, Serra, y su pequeño hijo.

La familia forma parte de un contingente de aproximadamente 3.000 judíos sefardíes de Turquía, que solicitaron la nacionalidad en los últimos diez años, acogiéndose a la opción de conseguirla por carta de naturaleza, es decir decisión extraordinaria del Consejo de Ministros español.

Esta vía fue abierta a los sefardíes en la década de los años ochenta, pero el proceso se estancó, con esperas de hasta diez años, por lo que el 2 de octubre pasado, el Gobierno decidió mediante decreto otorgar la nacionalidad a todos los sefardíes que la hubiesen solicitado.

"Había unas 4.000 solicitudes en todo el mundo, de los que 2.600 residían en Estambul; con sus hijos menores serán aproximadamente tres mil personas", explica Pablo Benavides en una reunión con varios medios españoles."Desde el 1 de febrero hemos empezado a citar a una media de diez personas al día, y alrededor de mil sefardíes ya tienen la nacionalidad. Nos quedan otros dos mil, y calculo que en mayo de 2017 habremos terminado", detalla el cónsul.

Una vez pronunciado el juramento, los interesados rellenan una solicitud de pasaporte, que podrán recoger en dos o tres semanas, y ya pueden viajar a España.

Viajar es el motivo principal de quienes piden la nacionalidad: ninguno tiene previsto por el momento emigrar. Sí de enviar a sus hijos para estudiar allí o de hacer visitas de placer o negocio.

"La expulsión cambió la vida de los sefardíes, y es un momento muy feliz ver que de nuevo somos bienvenidos en España", dice Sami Bilmen, perteneciente de una familia judía de Gaziantep cuyo apellido original es Franko, aunque sus padres decidieron cambiarlo por uno turco."Pero realmente vale la pena tener un pasaporte de la Unión Europea", agrega.

Alper Romano confirma: "Es para viajar. Como turco, conseguir un visado tarda tiempo. Un pasaporte comunitario es una gran ayuda. Y también pienso que mi hijo, cuando crezca, tendrá más derechos", agrega.

A las mujeres casadas presentes, el cónsul les recuerda que en el pasaporte figuran con sus apellidos de soltera, porque, a diferencia de lo que ocurre en Turquía, en la ley española, la esposa no toma el apellido del marido al casarse. Serra aplaude.

También en octubre se abrió otra vía distinta, al aprobarse en el Parlamento una ley que otorga a los sefardíes el derecho automático a adquirir la nacionalidad, aportando un certificado del gran rabino de su comunidad y todos los documentos que pudieran acreditar sus vínculos con la cultura española.

En este proceso hay que superar un sencillo examen de conocimiento de España y una prueba de idioma, en el relativamente simple nivel A2, preparada por el Instituto Cervantes, explica el director de esta entidad en Estambul, Pablo Martín Asuero.

Ya se están recibiendo solicitudes para este proceso, que ya no depende de una decisión ministerial extraordinaria, y la cuota de sefardíes entre los alumnos del Cervantes ha aumentado notablemente, observa Martín. El total de sefardíes que podrían recibir la nacionalidad española por esta vía se sitúa entre los 150.000 y 200.000, estima el cónsul, de los que la gran mayoría reside en Israel.

En Turquía hay unos 16.000 judíos, pero sólo 10.000 de ellos son sefardíes, de los que 9.000 viven en Estambul y el resto sobre todo en Esmirna, precisa Benavides.Dado que unos 600-700 sefardíes turcos ya recibieron su pasaporte antes del decreto de octubre, el año que viene, aproximadamente un tercio de la comunidad sefardí de Turquía será español. Nuevamente.