Los cubanos que estén en el extranjero también podrán participar en el debate sobre el borrador que ha elaborado la Asamblea Nacional para reformar la Constitución, según ha anunciado el Ministerio de Exteriores, permitiendo así por primera vez desde la Revolución de 1959 que la diáspora se implique en las decisiones internas de la isla caribeña.
"El Gobierno de Cuba invita a todos los ciudadanos cubanos en el exterior a participar en el debate sobre el Proyecto de Constitución", ha escrito este viernes en su cuenta oficial de la red social Twitter el director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), Ernesto Soberón. Soberón ha explicado que "a partir de septiembre se habilitará una sección de Nación y Emigración a través de la cuál todos los cubanos en el exterior tendrán acceso a una planilla 'online para trasladar sus propuestas de modificaciones o comentarios".
Nación y Emigración ha precisado posteriormente que "dicha sección estará disponible desde la primera semana de septiembre, de modo que los cubanos residentes en el exterior cuenten con tiempo suficiente para estudiar y trasladar sus opiniones". El funcionario cubano ha destacado que esto "constituye una prueba de la política de seguir fortaleciendo los vínculos entre la nación y la emigración", así como "de la voluntad del Gobierno de contar con las opiniones de todos los cubanos".
"De este modo, se brinda la posibilidad de contribuir al desarrollo de una sociedad cubana socialista, humanista, internacionalista, democrática y solidaria, con todos y para el bien de todos, como proclamó nuestro héroe nacional José Martí", ha añadido el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Según ha informado la prensa oficial, el Gobierno espera que unos 12 millones de cubanos participen en el debate sobre la reforma constitucional, que se desarrollará entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre en lo que las autoridades consideran "un proceso inédito". La Asamblea Nacional ha elaborado "un texto de mínimos", tal y como lo ha definido el diario oficial 'Granma', que reconoce por primera vez el derecho a la propiedad privada, si bien señala que el Estado seguirá siendo el pilar central de la economía cubana.
La nueva Carta Magna es una de las muchas reformas que se le quedaron pendientes a Raúl Castro y que encargó expresamente a su sucesor en el cargo, Miguel Díaz-Canel, cuando se produjo el histórico relevo de la familia Castro en el poder, el pasado mes de abril.