jueves, 25 de abril de 2024

UNA GUÍA ELABORADA POR LA PORTUGUESA CÉLIA PEDROSO Y LA BRITÁNICA LUCY PEPPER

Los entresijos de la cocina lusa, explicados para españoles en un nuevo libro

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Las mil y una formas de cocinar bacalao, los arroces o la confitería son algunos de los aspectos de la gastronomía lusa que sorprenden más a los españoles y que están recogidos en "A la mesa en Portugal", una guía elaborada por la portuguesa Célia Pedroso y la británica Lucy Pepper.

El libro contiene un recetario de los platos más conocidos en Portugal, un breve glosario y traductor y una lista de los puestos de comida más recomendables en Lisboa, Oporto y la región del Algarve, para no perderse nada de los manjares que llenan los platos portugueses.

Una guía muy necesaria, ya que para los que visitan Portugal más allá de sus principales destinos turísticos, más adaptados a los extranjeros, existe un "desconocimiento" de la gastronomía, según afirman las autoras en una entrevista a Efe.

"Hay tantas diferencias regionales del norte al sur del país que se hace difícil, especialmente en los restaurantes a la hora de dominar los menús", aseguran.

Aunque destacan que sus sabores son "fantásticos", reconocen que la cocina lusa puede llegar a ser bastante simple en algunos aspectos: "Nuestra gastronomía tradicional habitualmente no es tan bonita ni está tan bien presentada como la española, por ejemplo", señalan.

De las "inmensas" diferencias entre la cocina española y la portuguesa, entre las más importantes destacan la forma de cocinar el pescado a la parrilla o el importante uso del cilantro y salsas picantes en muchos de sus platos, así como el pan, muy diferente en los dos países.

En la lista de recomendaciones para los que visitan por primera vez el país están los conocidos pasteles de Belém en Lisboa o la "queijada" de Sintra, así como la carne de cerdo con almejas de Alentejo, la "cataplana" -un guiso de marisco- del Algarve y los "ovos moles", un dulce típico de la céntrica región de Aveiro.

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Además, aconsejan especialmente probar cualquier receta con embutido: "Son bastante diferentes y dan un sabor especial a cualquier plato", aseveran.

El vocabulario puede suponer una de las mayores barreras para los españoles que visitan Portugal, ya que existen falsos amigos como "talher" ("cubierto") o "salsa" ("perejil", puesto que salsa se dice "molho").

Por otro lado, los lusos pueden tener confusiones similares en España al ver que en los menús se sirven butifarras, que en portugués son un tipo de botas, o cachopos, palabra que en algunas regiones del país sirve para referirse a los niños.

La comida es algo vital en Portugal: "Todo el mundo tiene que comer y le gusta, pero los portugueses hablan sobre comida a todas horas, e incluso cuando están comiendo ya están hablando de la siguiente", aseveran las autoras.

Los países ibéricos difieren también en los horarios de las principales comidas del día, ya que para los lusos son inamovibles las "sagradas" horas del almuerzo y la cena, por lo que no toman el aperitivo antes, sino que tienen el hábito de ir al café o a la pastelería entre comidas.

Fanáticas de la comida, tanto Pedroso como Pepper han trabajado en varios proyectos sobre gastronomía y colaboran en medios de comunicación en Portugal e internacionales.

La idea de hacer este libro surgió en 2011, cuando se encontraban en una librería de Lisboa y escucharon a una pareja de turistas preguntar sobre si existía algún libro de cocina en inglés.

"Tras la respuesta negativa de la dependienta, nos miramos y pensamos que teníamos que hacer uno. Nos sentamos en el café más cercano e hicimos un esbozo de lo que sería nuestra propuesta", explican.

De ahí surgió la idea de crear esta guía gastronómica, cuyo éxito en sus versiones en inglés y en francés ha llevado a la traducción de una tercera edición más actualizada en español en parte gracias a que la cocina portuguesa "se ha puesto de moda".

Sin cerrar la posibilidad de escribir nuevas adaptaciones a otros idiomas o algún otro trabajo sobre gastronomía, por ahora se centran en conseguir un único objetivo.

"Tenemos mucho optimismo con esta posibilidad de comunicarnos con nuestros hermanos y hacer que se aventuren más en sus visitas a Portugal y que cocinen algunas de las recetas al volver a sus casas", concluyen. EFE