jueves, 25 de abril de 2024

INICIA UNA NUEVA TEMPORADA CON PRECIOS ASEQUIBLES Y UNA AMPLIA VARIEDAD DE ACTIVIDADES

El Centro Asturiano de Buenos Aires quiere que su teatro vuelva a ser un referente de la capital

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La cultura española y argentina se funden en Buenos Aires en un espacio con una larga historia, el teatro Centro Asturiano, que lleva treinta años cerrado al público y abre sus puertas para recuperar las raíces culturales de las representaciones en español. La directora del proyecto de reapertura, la española María José Poblador, explicó que el centro acaba de reabrir sus puertas con presentaciones y conciertos, para calentar motores hasta enero, cuando comenzará la temporada con una programación de obras hispanas.

Productora teatral y cinematográfica catalana, Poblador recordó que el teatro, activo hasta 1984 bajo el nombre de La Casona de Solís, fue inaugurado en 1927 por españoles cuyos descendientes son argentinos, por lo que la parrilla priorizará las piezas de ambos paises. Además, aspira a convertirse en el centro argentino al que acudan la mayoría de compañías españolas cuando se encuentren de gira por Latinoamérica.

Teatro, danza contemporánea, tango, flamenco, jazz, música clásica, zarzuela, representaciones infantiles... La futura oferta de la sala apunta alto y, aunque confiesa que "van a ser meses difíciles", en un año Poblador pretende diseñar una programación "completa" que cubra todas las franjas horarias y formas de cultura.

Edificio bellísimo

En ese sentido, cree que uno de sus puntos fuertes para conseguirlo es el propio lugar en el que se alza el teatro, un edificio "histórico y bellísimo" que se conserva exactamente igual que hace 30 años gracias a que, pese a que ha estado cerrado al público, durante ese periodo continuaron celebrándose eventos privados. La productora catalana destacó las 350 butacas originales que todavía se conservan en óptimas condiciones, así como la gran lámpara de araña que ilumina la sala. Además, el local cuenta con un piso móvil, lo que le permite dejar de ser un teatro para convertirse en un salón de baile o un espacio de conciertos en un abrir y cerrar de ojos.

Todo ello tiene lugar en un edificio que respira cultura española por todas partes. Tan solo hay que ver la puerta del mismo centro, inspirada en la Universidad de Salamanca, o las escaleras del interior, que reproducen las de la catedral de Burgos.

"Lo más complicado ahora es que la gente se acostumbre a que existimos", admitió Poblador, ya que todavía hay quien pasa por delante y piensa que se trata de una iglesia. Por eso, "hay que conseguir que entren", añadió.

Para lograrlo, durante el último mes se ha concentrado en publicitar lo máximo posible el teatro y, aunque todavía no abrió de forma oficial, ya se celebraron dos conciertos de jazz este mes y hoy jueves tendrá lugar el tercero.

Treinta años después, el Centro Asturiano no lo tiene fácil, pero sí tiene claras las tres claves para hacerse notar: acercarse al público mediante precios asequibles, atraparlos con la belleza de un edificio histórico y conseguir que disfruten de una pieza de auténtica cultura latinoamericana.

Un local con historia

A comienzos del siglo XX, los inmigrantes asturianos en Argentina fundaron un centro en el que poder reunirse y conservar sus costumbres.  Con ese objetivo, surgió en 1913 la entidad Centro Asturiano de Buenos Aires, a la que seguirían un club deportivo y el teatro, que inauguraron en 1927.

La sala cultural fue construida por los arquitectos Pedro Berisso y Rosendo Martínez y hasta que se cerró al púbico en los años 80, en ella se representaron obras y espectáculos de danza y música representativos de las culturas argentina y española.

En 2013 la legislatura porteña lo declaró de interés cultural, y, un año más tarde, una española busca rehabilitarlo para recuperar sus orígenes y los vínculos entre España y Argentina.