viernes, 19 de abril de 2024

A JUICIO

Abren juicio a un empresario español en Guatemala por un presunto soborno

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Un juez de Guatemala decidió enviar a juicio al empresario español Juan José Suárez, en prisión preventiva desde 2016 por su presunta participación en un caso de corrupción en una de las grandes áreas portuarias del país.

El titular del Juzgado B de Mayor Riesgo, Miguel Ángel Gálvez, procesó a Suárez por los delitos de asociación ilícita y cohecho activo, mientras que a otras cinco personas los acusa de diversos delitos.

Suárez está supuestamente implicado en la trama de corrupción TCQ por las obras de ampliación de Puerto Quetzal, la mayor zona portuaria de Guatemala, una red supuestamente liderada por el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, ambos en prisión preventiva, por la que están acusados de recibir un soborno millonario.

Por esta concesión de un contrato irregular entre la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ) y la Empresa Portuaria Quetzal, el juez también envió a juicio al exsecretario de la Presidencia Gustavo Martínez, por los delitos de asociación ilícita y fraude; Lázaro Noé Reyes, Julio Norberto Esquivel Orellana y Julio César Zamora Álvarez (enriquecimiento ilícito) y Mario Ruano San José (tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito).

Según la investigación, entre enero de 2012 y abril de 2015 se creó un "grupo criminal" con papeles definidos para obtener beneficios económicos generados por la celebración y ejecución del contrato irregular a favor de la entidad TCQ.

Éste estaba destinado a ceder a esa sociedad parte del terreno de la Empresa Portuaria Quetzal para la construcción, desarrollo y operación de una terminal privada de contenedores.

Dicha asociación entre los acusados, según la acusación, tuvo la función de interferir en diversos actos dirigidos a la realización de ese proyecto, del cual la organización obtuvo beneficios y dirigió acciones para ocultar y blanquear las millonarias sumas de dinero producto de los sobornos.

Según la investigación, Pérez Molina y Baldetti, que aún no se sabe si afrontarán juicio, exigían el pago de un soborno de unos 30 millones de dólares para la adjudicación del proyecto, de los que 24,5 millones estaban destinados a los socios locales (entre ellos los dos exfuncionarios), 5 millones a unos socios argentinos y 500.000 dólares para gastos.

La ampliación del puerto, en el departamento sureño de Escuintla, se produjo a través de un usufructo entre TCQ y la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ), que firmaron un contrato por 25 años prorrogables por un terreno de unas 34 hectáreas. EFE