viernes, 29 de marzo de 2024

ESTÁ ELABORADA CON MANZANA REINETA

Una sidra tinerfeña se impone en el SIGSA 2014, en Gijón

Se caracteriza, en fase visual, por su color amarillo pajizo y por una burbuja fina y persistente que en su ascenso por la copa forma rosarios regulares y en la superficie ligeros encajes y corona. En fase olfativa, recuerda a manzana madura; y en boca, resulta equilibrada, amplia y con buena persistencia, recordando por vía retronasal los aromas de una delicada manzana reineta.

Es la nota de cata de la que este año ha sido premiada en Gijón como la mejor sidra brut de toda España. Y todo el mérito se le debe a un grupo de abnegados cosecheros que en el año 2011 decidieron sacarle el jugo a las reinetas que colman las medianías del pueblo de El Sauzal, al norte de la isla de Tenerife.  La Asociación de productores y cosecheros de la manzana reineta de Tenerife, controla algo más de 27 hectáreas de esta fruta, que para otras latitudes puede parecer poco, pero para un terreno limitado como el de esta isla es todo un regalo de la historia, ya que la llegada de la reineta a Tenerife data del año 1910, traída por familias importantes de la zona norte.

La sidra Posma, que lleva este nombre debido a las casi persistentes nieblas de la zona (posma es lluvia muy fina, conocida también como lluvia horizontal) es elaborada por el método champagnise, llevándose a cabo la segunda fermentación en botella, de igual modo que un cava o champagne.  A sus creadores nunca se les pasó por la cabeza que la manzana tinerfeña, más dulce y crujiente que la peninsular, pudiera dar un caldo tan excelente hasta alcanzar el galardón de mejor brut en el 4º Salón Internacional de la Sidra de Gala de Asturias (SIGSA 2014). En la fase de puntuaciones durante la cata un juez internacional (alemán) llegó a puntuarla con un 8,5 sobre 10, rayando la excelencia.

Un ejemplo de la impronta que tiene la manzana reineta en esta parte de la isla lo representa don “Pancho”. Toda su vida dedicada a 12 hectáreas de terreno que durante estas fechas de octubre a noviembre impregna de olores ácidos hasta la ropa. Este agricultor octogenario se mantiene gracias a lo que vende a particulares. Sus manzanas son regadas con agua de manantial, nos dice, y nunca con aguas tratadas con cloros: “eso arruinaría el producto”, remata. Este 2014 es un año de excedentes y a la espera de que lleguen los clientes va apilando con mimo este manjar. "Todas las manzanas deben depositarse siempre con la flor hacia arriba", sentencia.