viernes, 29 de marzo de 2024

Andalucía da un giro histórico a la derecha que suma mayoría absoluta tras irrumpir Vox y hundirse el PSOE

Susana-Díaz-y-el-Consejo

EUROPA PRESS

Las elecciones autonómicas en Andalucía han puesto de manifiesto un giro histórico a la derecha en esta comunidad autónoma que suma casi el 50 por ciento de los votos y una mayoría absoluta de 59 escaños, tras la irrupción de Vox en el Parlamento regional con 12 escaños y el hundimiento del PSOE, que se queda con 33, cuando ha sido escrutado el 99,74 por ciento de los votos.

La candidata del PSOE, Susana Díaz, ha vuelto a ganar las elecciones, con 33 escaños de los 109 que tiene la Cámara legislativa regional. Pero se ha dejado por el camino más de siete puntos y 14 escaños, a lo que se añaden los casi 5 puntos y tres escaños que pierde Adelante Andalucía --respecto a los logrados por Podemos e IU en 2015--.

Estos resultados reflejan un retroceso de la izquierda, que pierde cerca de 13 puntos en su conjunto y 17 escaños, cediendo la preeminencia a la derecha que ha registrado unos resultados históricos a pesar de presentarse divida en tres partidos: PP, Cs y VOX.

La suma de estas tres formaciones con el 99,74 por ciento de los votos escrutados se acerca al 50 por ciento de los votantes, el 49,98 por ciento, y otorga 59 escaños a la derecha, lo que supone cuatro más que la mayoría absoluta.

Esto supone 13,94 puntos más que los logrados por la suma de PP y Ciudadanos en 2015, cuando ambos fueron apoyados por el 36,02 por ciento del electorado. En los comicios de hoy, la derecha ha logrado en Andalucía más de 1,8 millones de votos, frente a 1,59 millones de la izquierda.

VOX Y CIUDADANOS, LOS GRANDES GANADORES

En el análisis por separado de cada uno de los partidos de la derecha, la gran sorpresa la ha dado VOX, que ha conseguido 12 escaños tras ser votado por casi el 11 por ciento de los electores, superando los 395.000 votos. Esto supone un crecimiento espectacular en relación con los votos logrados en los comicios de 2015, cuando lograron el apoyo de 18.422 personas, el 0,46 por ciento de los electores.

El partido de Albert Rivera también ha sido otro de los grandes ganadores de la jornada, al pasar del 9,28 por ciento de los votos en las últimas autonómicas andaluzas, a lograr más del 18 por ciento, 21 escaños, tras ser votado por más de 658.000 electores.

El PP, por el contrario, es de los tres partidos de la derecha el que peor parado ha salido hoy debido a la pérdida de votos y escaños que ha experimentado, a pesar de lo cual, se mantiene en segunda posición y su candidato puede acabar presidiendo la Junta de Andalucía en virtud de posibles pactos postelectorales con los otros dos partidos del espectro de la derecha.

Los populares se han dejado hoy más de 317.000 votos, lo que supone 6 puntos y se traduce en una pérdida de 7 escaños. Se trata de una de las peores marcas del PP, que llegó a ganar las elecciones andaluzas en 2012, tras lograr el 40,7 por ciento de los votos y 50 escaños, en la última ocasión en la que se presentó Javier Arenas como candidato.

Sólo en el año 1982, Alianza Popular registró una marca peor, el 17 por ciento de los votos y 17 escaños, pero ese año también concurrió la UCD, que logró el 13 por ciento de los votos y 15 escaños, con lo que la derecha lograba en Andalucía el 30 por ciento de los votos y 32 escaños. Para ver la siguiente peor marca del PP en Andalucía hay que remontarse a los resultado de AP en 1986 y 1990, comicios en los que obtuvo el 22,2 por ciento de los votos.

DESCALABRO DE LA IZQUIERDA: DEL 57,16% AL 44,13

Estos comicios también confirman el descalabro de la izquierda, sobre todo del PSOE, aunque también Podemos e IU, que han ido conjuntamente como Adelante Andalucía, con la pérdida de 3 escaños, han contribuido a que se produjera el vuelco en favor de la derecha.

El PSOE ha perdido más de 407.000 votos y Adelante Andalucía se ha dejado 286.300. Entre ambos, la izquierda ha perdido casi 700.000 electores, lo que se traduce en 13,02 puntos y 27 escaños.

De esta manera, la recuperación de posiciones que la izquierda había experimentado en Andalucía en las elecciones del año 2015, con la irrupción de Podemos en la campaña electoral, se ha esfumado en los comicios de hoy, que dejan a la izquierda andaluza muy por debajo de su peor marca histórica, la registrada en 2012.

En aquellos comicios, el PSOE logró el 39,6 por ciento de los votos e Izquierda Unida, el 11,3. La suma de ambos, el 50,9 por ciento de los apoyos en Andalucía, fue la menor que había tenido la izquierda en la historia de la democracia en esa comunidad autónoma. También su número de escaños en el Parlamento andaluz, un total de 59 entre ambos partidos, fue el más bajo.

Esta tendencia a la baja de la suma de los partidos de izquierda se rompió en 2015. Aunque el PSOE registró su peor marca en unas elecciones, con el 35,41 por ciento de los apoyos, la suma de este porcentaje con los logrados por Izquierda Unida y Podemos, que se estrenaba en las primeras autonómicas que se celebraban desde su creación, elevó los apoyos de la izquierda en Andalucía al 57,16 por ciento, siete puntos más de los logrados en los comicios regionales de 2012.

En marzo de 2015, Izquierda Unida experimentó un gran retroceso, quedándose en el 6,89 por ciento de los apoyos y con tan solo 5 diputados. Pero los apoyos perdidos tanto por parte del PSOE como por IU se compensaron más que de sobra para la izquierda en Andalucía por los logrados por Podemos, que tuvo el 14,86 por ciento del voto.

Sin embargo, en las elecciones celebradas en el día de hoy, ese 57,15 por ciento que sumó la izquierda andaluza en las últimas autonómicas se ha evaporado y sus apoyos se han visto reducidos al 44,13 por ciento.

Estos resultados se alejan mucho de los años de gloria que vivió el PSOE y la izquierda en su conjunto en los inicios de la democracia cuando los andaluces votaban masivamente a los socialistas. En los primeros comicios regionales, en 1982, lograron entre socialistas y comunistas el 61,1 por ciento --PSOE, 52,5 por ciento y PC, 8,6 por ciento--.

Un porcentaje que creció en los comicios siguientes, los de 1986, cuando ambos partidos se situaron en el 64,8 por ciento del electorado andaluz. En aquella ocasión la izquierda registró la mejor marca de su historia en esta región, con un PC ya incluido en Izquierda Unida, logrando un 17,8 por ciento de los votos.